El crecimiento de la obesidad infantil es continuo y alarmante. Las causas de la obesidad en niños son las mismas que las que originan la obesidad en adultos, destacando la alimentación y el estilo de vida sedentario como factores principales.
Los niños, en gran parte por influencia de sus padres, abandonan los hábitos saludables en alimentación y se ven afectados por un cambio en el estilo de vida. Las actividades de ocio que implican ejercicio físico poco a poco se ven reemplazadas por otras costumbres como ver la televisión o jugar con videoconsolas. Por otra parte, el origen de la obesidad infantil puede tener también un componente genético, de modo que un niño con padres obesos tendrá más probabilidades de padecer sobrepeso. No hablamos de casos aislados, si no que en la actualidad millones de menores se ven afectados por la obesidad en todo el mundo. En España, la incidencia de la obesidad infantil casi se ha triplicado en la última década.
Los peligros de la obesidad infantil son básicamente los mismos que los de la obesidad en la población adulta, pudiendo provocar en el niño problemas físicos o patologías (diabetes, colesterol, hipertensión…) y problemas psicológicos (depresión, rechazo social, baja autoestima…). Otro de los riesgos de que los menores padezcan obesidad es que estos niños se convertirán en un futuro en adultos obesos, lo que a largo plazo podría implicar una disminución de la esperanza de vida.
En enero de 2008, The New England Journal of Medicine publicó un estudio según el cual los niños y adolescentes que hoy en día tienen sobrepeso o son obesos se convertirán en adultos que con sólo 35 o 40 años ya presentarán los riesgos y problemas cardiovasculares propios de una persona de 60 años. El estudio evidencia que las consecuencias de la obesidad infantil se verán a largo plazo, pues el problema, que ahora está en cierto modo latente, se irá desarrollando poco a poco.
Debido a que la obesidad infantil tiene su principal causa en el estilo de vida y los hábitos de los menores, modificando estos factores se puede combatir eficazmente la obesidad. Inculcar a los hijos unos buenos hábitos alimenticios y fomentar la actividad física puede ser de gran ayuda para luchar contra la obesidad y prevenir problemas de sobrepeso futuros.