Combate la obesidad… ¡muévete!

El ejercicio físico es, junto con una dieta equilibrada, la principal solución para combatir la obesidad. El aumento en la prevalencia de la obesidad se ha producido en gran medida de forma paralela al aumento del sedentarismo. Incluso sin padecer obesidad, la ausencia de actividad física constituye un factor de riesgo que predispone a padecer enfermedades cardiovasculares y otras alteraciones en el organismo.

ejercicio contra la obesidadEntre los beneficios más directos que produce el ejercicio en pacientes obesos, se encuentran la disminución de la presión (lo que es favorable sobre todo en personas hipertensas), la normalización de los lípidos en sangre y una disminución significativa de la resistencia a la insulina. Como resultado del ejercicio físico, se producen en el metabolismo una serie de adaptaciones que son positivas para combatir la obesidad. Cuando el ejercicio se combina con una dieta adecuada, los efectos son todavía más positivos, pues se acelera la pérdida de grasa a la vez que se preserva o aumenta ligeramente la masa magra.

Sin embargo, hay que ser constantes con los ejercicios y tener paciencia, pues no es fácil que un individuo que padece obesidad disminuya rápidamente su sobrepeso en la primera etapa de su plan de entrenamiento. Además, no es recomendable realizar ejercicios demasiado intensos y de larga duración para acelerar la pérdida de peso, pues a la larga será inefectivo y puede resultar peligroso para el paciente. Los ejercicios deben ser adecuados a las capacidades de cada persona y supervisados, pues cada paciente responderá a ellos de manera diferente pese a que la carga de trabajo o el nivel del entrenamiento sea el mismo.

En obesos, se han de potenciar actividades que mejoren el funcionamiento de las estructuras musculares y articulares. A medida que se vaya progresando, la intensidad, frecuencia y duración de los ejercicios se deberá ir ajustando.

Independientemente de la reducción deseada de peso, el ejercicio físico tiene en la salud del paciente una serie de beneficios, entre los que se encuentran la reducción de las posibilidades de padecer una complicación cardiovascular. No hay que olvidar que la obesidad no es sólo un problema estético, si no que tiene serias complicaciones para la salud.

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